Extracto de Donweb News
Más allá de las clásicas tareas de recolección de datos en actividades agropecuarias y ejecución en aéreas de arquitectura e ingeniería, los Drones comenzaron a probarse en otros sectores que van desde las carreras de velocidad y la filmación en eventos sociales.
Cuando hace algunos años los drones invadieron el mercado de consumo, todos los expertos coincidían que resultaban dispositivos muy interesantes pero que había que esperar para observar de cerca en que sectores podían recalar con sus amplias posibilidades.
Es casi una obviedad decir que, para jugar o sobrevolar cosas en el tiempo libre, son equipos caros, sobre todo aquellos profesionales que cuentan con poderosas cámaras y recursos extras como la identificación y el seguimiento de objetos.
Las primeras aplicaciones tuvieron su momento de encuentro con el trabajo agropecuario realizando recorridos de campos, identificando malezas y tabulando datos. También en construcciones y edificaciones en donde el peritaje en altura es sumamente necesario. Más allá de dichas tareas, los drones comenzaron tímidamente a probarse en otros mercados y hoy resultan equipos muy estimados para filmar eventos sociales, pero también, si se quiere ir al extremo, hay que saber que ya se organizan carreras y deportes extremos con estos equipos.
Drones a toda velocidad
Desde la óptica de la ciencia ficción, los drones tranquilamente podrían correr carreras, incluso equipando un piloto. La verdad es que esta fue una realidad que se fue dando muy de a poco utilizando el típico caso de prueba y error.
Hoy, las carreras de drones de velocidad son una realidad, pero es importante desmitificar el evento en sí. Los drones utilizados para correr son más bien pequeños y no llevan a pilotos sobre sus lomos, estos se encuentran estáticos y con control en mano a un costado comandando remotamente el dispositivo. Para sentir la pista en carne propia, los competidores utilizan gafas de realidad virtual para observar el circuito en primera persona.
En la región ya se han organizado carreras de este tipo, un ejemplo de esto es la primera carrera nacional de Drones de la Argentina en modalidad outdoor y FPV (First Person View), tecnología de gafas que permite pilotear en primera persona. La competencia se realiza bajo las normas IDRA, International Drone Racing Asociation, entidad que da soporte a las más importantes ligas a nivel mundial.
La competencia se llevo a cabo en dos jornadas consecutivas, el 26 y 27 de noviembre de 2016. Allí, 30 de los mejores pilotos de Uruguay, Chile, Perú, Canadá, y Argentina, competieron en una pista de 400mts de longitud compuesta por trazados de velocidad y obstáculos.
Para entrar en competencia, se necesita contar con un drone especialmente diseñado. Por lo general son de tamaños pequeños (200 a 250mm) y muy livianos en comparación con los drones para video o fotografía que se conocen habitualmente. Están equipados con 4 motores de gran potencia que aseguran su velocidad y control ágil en vuelo.
Sobrevolando casamientos y fiestas de 15
Ariel Oyarzabal vive en La Plata (Provincia de Buenos Aires, Argentina) y comenzó a volar aeromodelos en el año 2008 por hobby mientras que trabaja como cameraman desde hace 14 años. Las dos pasiones se fusionaron al momento que decidió montar su propia empresa para realizar producciones fílmicas con drones.
Consultado por Don Web sobre la tendencia de filmar eventos sociales con estos dispositivos, Oyarzabal dice que “Los pedidos más comunes son cumpleaño……
Autor Franco Rivero
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